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viernes, 20 de marzo de 2015

el sisimique o sisimico (centroamérica)



Conocido en otras regiones de Centroamérica como Sisimite, Sisimike o Sisimico, se trata de una leyenda de origen indígena, difundida en el país principalmente por los maléku, acerca de una criatura (o raza de criaturas) de forma humanoide, de gran tamaño, con cara de hombre y cuerpo de mono cubierto de espeso vello, que habita en las oscuras y profundas cavernas de las montañas, y que se caracteriza por tener solamente cuatro dedos en las extremidades, destacándose que tienen los pies invertidos, por lo que dejan huellas al revés, de modo que nadie pueda seguirlos. Estos seres tendrían particular debilidad por raptar a las mujeres en su noche de bodas y llevárselas a sus cuevas.


COSTA RICA




En la región de Matambú, en Guanacaste, existe la creencia de la existencia de Sisimicas, es decir, versiones femeninas de esta criatura, en la forma de mujeres viejas y desgreñadas. También en esta zona se cree que la Sisimica es la esposa del Viejo del Monte, cuya apariencia recuerda mucho al Sisimiqui.

La forma y leyenda del Sisimiqui recuerda en cierto modo a otros seres humanoides como el Pie Grande o el Yeti.


NICARAGUA

En lengua mískita, según consultas realizadas, se denomina Sisimihski o también Ulak, a un ser con características extraordinarias. Una especie de mono muy grande —como de dos metros de alto—, fuerte, cubierto de pelo, que habita en lugares remotos de la montaña. Pocos lo han visto. Pero muchos hablan sobre él.

Seguramente, la españolización del nombre indígena derivó en Sisimike y muchos pobladores desde las riberas del río Coco hasta la Reserva Indio Maíz, en el límite sur del territorio, pueden decir algo sobre esta criatura.

Para los pobladores de comunidades indígenas, el animal tiene características monstruosas. Es peligroso y se lo asocia con la maldad. Puede encontrárselo en zonas de selva o lugares solitarios y provoca, por su aspecto, temor y espanto. En las áreas mestizas del centro del territorio, si bien se lo describe de la misma forma, más bien se trataría de un ser huidizo, tímido, que evita en encuentro con los humanos.

No siempre los campesinos se disponen a hablar sobre el Sisimikede manera espontánea y natural. Temen la burla. Tal vez porque se trata de un animal/hombre cuya existencia está en el filo de lo real y lo imaginario.
Forma parte de las conversaciones que los pobladores de las áreas rurales mantienen entre sí. De sus creencias. De sus leyendas. De cuentos que los más viejos de la familia aún refieren a los jóvenes.

Desde 1990, escuchamos historias que hacen referencia al Sisimike.Asociamos estos relatos a personajes como el Yeti en el Himalaya oPie Grande en Norteamérica. El Youi en Australia y otro ser semejante en Indonesia. Hay quienes atestiguan encuentros con estos seres solitarios y enormes. Hay quienes han filmado escenas y tomado huellas de pisadas de estos especímenes sorprendentes.

Sea como sea, existan o no, formen parte de una especie sobreviviente de un pasado remoto o sean producto de la imaginación colectiva, es indudable que constituyen parte de la realidad del mundo rural e indígena.

Hace unos pocos días tuvimos la oportunidad de viajar con un grupo de amigos nicaragüenses y amigos embajadores a la zona del río San Juan y llegar hasta San Juan de Nicaragua. Durante todo el viaje se estuvo bromeando sobre el Sisimike, a partir de una referencia que hiciéramos sobre la historia que cuentan los campesinos.

Ninguno de nuestros compañeros de viaje conocía sobre el tema. Uno de ellos en particular, Camilo Fernández, quién se definiera como cazador y pescador de lugares remotos del territorio nicaragüense, afirmó no haber escuchado nunca sobre la existencia de dicha criatura.

Sin embargo, en la medida que el viaje avanzaba hacia nuestro destino final en la Reserva Indio Maíz, los testimonios de pobladores, guardabosques y motoristas de lanchas, fueron arrojando ciertos datos y, consecuentemente, cierta preocupación en los escépticos visitantes.

En particular, el testimonio de Roberto Granja, guardabosque de MARENA para la Reserva, fue muy interesante. Afirmó haber encontrado una huella más grande que la de un humano en cierta ocasión que, en compañía de un oficial del Ejército, recorrían un sector de la montaña en un paraje conocido como La Tigra.

La otra particularidad de esta huella es que sólo marcaba cuatro dedos. Roberto, hombre profesional, conocedor de toda el área, hablaba con seriedad sobre el tema y no descartaba la existencia delSisimike.

Los comentarios de los integrantes de la comitiva siempre estuvieron cargados de bromas y mucho humor. Para nosotros, ciudadanos acostumbrados a creer sólo lo que podemos ver o lo que está escrito en las publicaciones científicas, no es concebible la existencia de un animal de estas características. O, al menos, aunque tengamos la sospecha de su posible existencia, no nos atreveríamos a confesarlo. Y menos aún delante de embajadores o personas con las cuales no tenemos suficiente confianza.



Los campesinos, indígenas y pobladores de las áreas rurales hablan y comentan sobre el Sisimike con naturalidad. Como si se tratara de algo que tiene existencia. ¿Es qué el concepto de realidad difiere si se trata de nosotros o de la gente del campo? ¿Será qué el hombre acostumbrado a vivir en la montaña mira la realidad de manera diferente? En todo caso ¿cuál sería esa diferencia?
Decía Camilo, refiriéndose a su actitud frente a estas creencias: “Yo sólo creo lo que puedo ver y sentir. Lo que está comprobado. Lo otro es sólo cuento.” Pero el campesino no parte de esa misma actitud. Él se vincula con la realidad a través de otros mecanismos. Sus emociones y sentimientos juegan un papel primordial en el conocimiento de las cosas.

Nosotros anteponemos la razón, la lógica, o sea la objetivación de la realidad. Ellos, en cambio, anteponen el sentir y las emociones. Las cosas se miran más como acontecimientos que como objetos. Y en este sentir la realidad convive siempre el sentido de lo fasto y lo nefasto en un juego continuo. Como parte de un todo. Del cual nuestra propia existencia forma parte.

De tal manera que cuando decimos Sisimike, para el indio tiene un significado y para nosotros tiene otro. Para aquel se entra en el terreno del miedo. En el terreno de lo inexplicable que existe. En los imponderables que la dura realidad de la vida de la montaña le depara al hombre. Imponderables que pueden producir hechos que pongan en peligro incluso la propia vida.

Estamos, por tanto, sujetos a una realidad agresiva que podría descargar un rayo, una inundación o el encontrarse con un animal/hombre que nos produzca espanto.

En realidad, no se trata de probar si el Sisimike existe o no. No se trata de obtener pruebas de ello. Se trata, en todo caso, de preguntarse qué pasa con la conciencia del hombre del campo para que ese ser cobre realidad. Y para que a partir de ello, el tema se convierta en una suerte de mito entre las poblaciones de la montaña.

¿Cómo funciona esto? ¿Tendrá la misma significación que tiene la búsqueda de Pie Grande o del Yeti en otros contextos geográficos y culturales distantes?. Sería interesante que así pudiera ser. Tal vez de este modo podría determinarse que existen realidades comunes en la conciencia humana en general.

Tal vez, formas de percibir la realidad fundadas en mecanismos similares. No importa que vivamos en Nepal, en algún lugar de las montañas Rocallosas o en la comarca La Tigra en la rivera del río San Juan de Nicaragua.

Esto, en definitiva, apunta a tomar en cuenta los relatos y testimonios de la gente del campo. A escucharlos con atención. A encontrar en ellos una línea de pensamiento que hemos subestimado en aras de un supuesto racionalismo de gabinete.

Y que en esos relatos pueden existir las claves de un pensamiento más general. Un pensamiento de lo humano en las montañas de Nicaragua. Un pensamiento que podría darnos, además, elementos para comprender más a fondo nuestra realidad y comprendernos a nosotros mismos. No desde el desarraigo de nuestra formación lógica, sino de un mayor compromiso con lo nuestro

FUENTE 
http://es.wikipedia.org/wiki/Leyendas_de_Costa_Rica#El_Sisimiqui
http://www.confidencial.com.ni/archivo/2000-236/rostrosdenicaragua.html
POR SERGIO CARAMAGNA

sábado, 2 de agosto de 2014

LA MONTAñA DE LOS MUERTOS/EL PASO DIATLOV






El Incidente del Paso Diatlov se refiere a un suceso ocurrido el 2 de febrerode 1959 en los montes Urales, en una zona entre la República de Komi y elóblast de Sverdlovsk, en el cual nueve jóvenes excursionistas aficionados al esquí que habían acampado perdieron la vida de manera inexplicable hasta la fecha







El incidente ocurrió en la noche del 1 al 2 de febrero de 1959 en vertiente oriental en la ladera este de la montaña Jolat Siajl (Холат Сяхл), un nombre mansi que significa (Montaña de la Muerte). El puerto de montaña donde ocurrió el episodio fue nombrado más tarde como Paso Diatlov, de acuerdo al nombre del líder de la expedición, Igor Djatlow (Игорь Дятлов).
Los investigadores en el momento determinaron que los excursionistas rasgaron su tienda de campaña desde dentro intentando salir, caminando descalzos y con ropa ligera sobre la densa nieve y bajo temperatura de -30°C, y que los cadáveres mostraban signos de lucha, teniendo dos de las víctimas los cráneos fracturados y dos costillas rotas, y a otra le faltaba parte de su rostro debido a la descomposición post mortem.
Según las fuentes, cuatro mostraban contenidos importantes de niveles de radiación. No hay mención de esto en la documentación contemporánea, sino que sólo aparece en documentos posteriores. Los investigadores soviéticos determinaron que "una fuerza desconocida e insuperable" había causado las muertes. El acceso a la zona fue prohibida a esquiadores y otros aventureros durante tres años después del incidente. La cronología de los hechos aún no está clara debido a la falta de sobrevivientes

Antecedentes

Con motivo de la realización de un viaje para la práctica del esquí de travesía por los montes Urales se reunieron enYekaterinburgo un grupo de ocho hombres y dos mujeres. La mayoría eran estudiantes o graduados ​​del Instituto Politécnico de los Urales (Уральский Политехнический Институт, УПИ), en la actualidad Universidad Técnica Estatal de los Urales de Ekaterimburgo. El grupo estaba compuesto por:
  • Igor Dyatlov, líder del grupo (Игорь Дятлов) - Un estudiante del departamento de radio y líder del grupo, 23 años.
  • Zinaida Kolmogorova (Зинаида Колмогорова) - Una estudiante del departamento de radio, 22 años.
  • Liudmila Dubinina (Людмила Дубинина) - Una estudiante de economía, 21 años.
  • Aleksandr Kolevatov (Александр Колеватов) - Un estudiante del departamento de geotecnia, 25 años.
  • Rustem Slobodin (Рустем Слободин) - Un estudiante de la facultad de ingeniería, 23 años.
  • Yuri Krivonischenko (Юрий Кривонищенко) - Un estudiante de la facultad de ingeniería, 24 años.
  • Yuri Doroshenko (Юрий Дорошенко) - Un estudiante de economía, 21 años.
  • Nicolas Thibeaux-Brignollel (Николай Тибо-Бриньоль) - Un estudiante de la facultad de ingeniería, 24 años.
  • Alexander Zolotarev (Александр Золотарев) - Guía, 37 años.
  • Yuri Yudin (Юрий Юдин), de 24 años y único superviviente del grupo. Falleció el 27 de abril de 2013. 4
El objetivo de la expedición era llegar a Otorten (Отортен), una montaña de 10 kilómetros al norte del lugar del incidente. Esta ruta, en esa estación del año, se estimó como de "Categoría III", la más difícil. Todos los miembros tenían experiencia en viajes de larga duración en esquí y en expediciones de montaña.
El grupo llegó en tren a Ivdel (Ивдель), una ciudad en el centro de la norteña provincia de Sverdlovsk Óblast el 25 de enero. A continuación, tomó un camión para Vizhai (Вижай) - el último asentamiento habitado en el extremo norte. Ellos comenzaron su marcha hacia el monte Otorten de Vizhai el 27 de enero. Al día siguiente, uno de los miembros (Yuri Yudin) se vio obligado a regresar debido a una enfermedad. Ahora el grupo quedó formado por nueve personas.
Con los diarios y las cámaras que se encontrarón en torno a su último campamento se hizo posible realizar un seguimiento de la ruta del grupo hasta el día anterior al incidente. El 31 de enero, el grupo llegó al borde de una zona de tierras altas y comenzó a prepararse para la escalada. En un valle silvestre se abastecieron de alimentos y equipo que utilizarán más adelante para el viaje de regreso. Al día siguiente (1 de febrero), los excursionistas comenzaron a moverse a través del paso. Parece ser que tenían previsto cruzar el paso y llegar al campamento la noche siguiente, situado en el lado opuesto, pero debido al empeoramiento de las condiciones atmosféricas, temporales de nieve y la consiguiente disminución de visibilidad, perdieron su dirección y se desviaron al oeste, hacia la parte superior de la montaña Kholat Syakhl. Cuando se dieron cuenta de su error, el grupo decidió detenerse y establecer un campamento allí mismo, en la ladera de la montaña.

La búsqueda

Se había acordado de antemano que Dyatlov enviaría un telegrama a su club deportivo cuando el grupo regresara a Vizhai. Se esperaba que esto iba a suceder a más tardar el 12 de febrero, pero transcurrida esta, y no habiendo sido recibido ningún mensaje, no hubo reacción ya que los retrasos de unos pocos días eran comunes en tales expediciones. Sólo después de que los familiares de los viajeros exigieran una operación de salvamento hizo que el jefe del instituto enviara a los grupos de rescate, compuestos al principio por estudiantes voluntarios y profesores, el 20 de febrero. Más tarde, la policía y las fuerzas del ejército se involucraron con aviones y helicópteros, a los que se les ordena unirse a la operación de rescate.

El 26 de febrero, los investigadores encontraron el campamento abandonado en Kholat Syakhl. La tienda estaba muy dañada. Un rastro de huellas descendían hacia el borde de los bosques cercanos (en el lado opuesto del paso, a 1,5 km al nordeste), pero después de 500 metros estaban cubiertas de nieve. En el borde del bosque, bajo un voluminoso y viejo pino, los buscadores se encuentran los restos de una hoguera, junto con los dos primeros cadáveres, los de Krivonischenko y Doroshenko, descalzo y vestido sólo con su ropa interior. Al parecer, habían intentado trepar por el árbol, pero este cedió y cayeron al suelo. Eso explica porqué había sangre y carne humana en el árbol. Entre los pinos y el campamento los equipos encontraron tres cadáveres más, los de Dyatlov, Kolmogorova y Slobodin.
Igor Dyatlov tenía una rama en una mano y con la otra se protegía o se defendía de algo. Rustem Slobodin tenía un agujero de 18 centímetros en el cráneo, pero no era un accidente mortal, así que hubiera muerto por hipotermia. Cerca de la tienda, se hallaba Zinaida Kolmogorova, y su pelo tenía un color tono grisáceo y su color del cuerpo anaranjado, aunque a ningún investigador le importó. Según sus poses, ellos estaban tratando de regresar al campamento. Se encuentran separados a una distancia de 300, 480 y 630 metros del pino.
La búsqueda de los otros cuatro expedicionarios se prolongó durante más de dos meses. Ellos se encontraron por fin el 4 de mayo, bajo cuatro metros de nieve, en el arroyo de un barranco, en el interior del bosque.


Investigación


Una vista de la tienda que el equipo de rescate encontró el 26 de febrero de 1959. La tienda había sido abierta desde el interior, y la mayoría de los esquiadores habían huido en calcetines o descalzos.
Una indagación se inició inmediatamente después de encontrar los primeros cinco cuerpos. Un examen médico no encontró lesiones que pudieran haber conducido a la muerte, y se concluyó que habían muerto de hipotermia. Una persona tenía una pequeña fisura en el cráneo, pero en principio no se consideró como una herida mortal.
Un examen de los cuatro cuerpos que se encontraron en mayo cambió el panorama. Tres de ellos tenían lesiones mortales: El cuerpo de Nicolas Thibeaux-Brignolle sufrió daños importantes en el cráneo, y al de Liudmila Dubidina le faltaban costillas y tenía la cabeza hacía atrás, por lo que se había roto el cuello. Tampoco tenía lengua y sufría grandes indices de radiactividad en sus prendas..Alexander Zolotarev tenía grandes fracturas en el pecho y le faltaban variosdientes. Además, su cabello era de un tono grisáceo y tenía índice de vejez. La fuerza necesaria para causar los daños habría sido extremadamente alto; un experto lo comparó con la fuerza de un accidente de coche. En particular, los cuerpos no tenían heridas externas, como si estuvieran paralizados por un alto nivel de presión.Ha habido cierta especulación de que inicialmente los indígenas del pueblo mansi podrían haber atacado y asesinado el grupo por invadir sus tierras, pero la investigación indica que la naturaleza de sus muertes no apoyan esta tesís; sólo eran visibles las huellas de los excursionistas, y no daban señales de una lucha cuerpo a cuerpo.3
Había pruebas de que el equipo se vio obligado a abandonar el campo durante la noche, mientras dormían. Aunque la temperatura era muy baja (alrededor de -25 ° a -30 ° C) con una tormenta con ráfagas de viento. Los muertos estaban vestidos sólo parcialmente. Algunos de ellos tenían sólo un zapato, mientras que otros llevaban zapatos o calcetinessolamente. Algunos fueron encontrados envueltos en recortes de ropa rasgada que parecía ser cortadas de aquellos que ya estaban muertos. Sin embargo, hasta el 25% de las muertes asociadas a la hipotermia es el "desvestirse paradójico".Esto ocurre frecuentemente durante la hipotermia moderada a severa, en la que la persona se desorienta, se confunde y se vuelve combativo. Pueden comenzar quitándose la ropa, que a su vez, aumenta la tasa de pérdida de calor.
Periodistas que realizan un informe sobre las piezas disponibles en los archivos sobre la investigación judicial afirman que esta declara que:
  • Tres de los miembros del grupo murieron de hipotermia y seis de accidentes mortales.
  • No hubo indicaciones de otras personas cercanas, aparte de los nueve viajeros en Kholat Syakhl, ni nadie más en los alrededores.
  • La tienda había sido desgarrada por dentro.
  • Las víctimas habían muerto de 6 a 8 horas después de su última comida.
  • Huellas del campo mostraron que todos los miembros del grupo salieron del campamento por su propia voluntad, a pie.
  • Para disipar la teoría de un ataque de los indígenas del pueblo mansi, un médico indicó que las lesiones mortales de los tres cuerpos no podría haber sido causado por otro ser humano, "porque la fuerza de los golpes había sido demasiado fuerte y había tejido blando que no había sido dañado".
  • La radiación de las pruebas forenses han demostrado altas dosis de contaminación radiactiva en la ropa de algunas víctimas.
El veredicto final fue que los miembros del equipo murieron a causa de una "desconocida fuerza irresistible". La investigación cesó oficialmente en mayo de 1959 debido a la "ausencia de culpabilidad de un grupo criminal". El sumario fue enviado a un archivo secreto, y las fotocopias del caso llegaron a estar disponibles sólo en la década de 1990, a falta de algunas piezas

Controversias que rodearon la investigación

Algunos investigadores afirman que algunos datos se perdieron o fueron tal vez, ignorados por los funcionarios:
  • Después de los funerales, los familiares de los fallecidos afirmaron que la piel de las víctimas tenía un color marrón muy extraño.
  • En una entrevista privada, un ex oficial de la investigación dijo que su dosímetro había mostrado un elevado nivel de radiación en Kholat Syakhl, y que esta era la razón de la radiación que se encontró en los cuerpos. Sin embargo, la fuente de la contaminación no fue encontrada.
  • Un médico observó que no había 9 cadáveres, sino 11, pero los dos últimos fueron retirados sin antes saber quiénes eran, por lo que desaparecieron rápidamente.
  • Entre las cosas que se dejaron en la tienda, había un "obmotki", que es como un cinturón para las botas, y que según Yuri Yudin, no pertenecía a nadie del grupo. También había unas gafas de sol que empleaban los militares para demostrar que eran parte del ejército de la URSS, y que no llevaban los alpinistas ya que era pleno invierno.
  • Ese mismo día explotó en una fábrica de misiles cerca de la zona un spray paralizante que seguramente afectó a cuatro de los excursionistas (de ahí seguramente porqué algunos tenían índice de radiactividad).
  • Iban armados, con un fusil, tres cuchillos y un hacha, pero no llegaron a usarlos; el ataque del o los atacantes fue tan rápido que no les dio tiempo de reaccionar, y salieron huyendo rasgando la tienda con el cuchillo.
  • Otro grupo de excursionistas (unos 50 kilómetros al sur del incidente) informaron que habían visto extrañas esferas de color naranja en el cielo nocturno al norte, probablemente en la dirección de Kholat Syakhl, en la noche del incidente. Similares "esferas "se observaron en Ivdel y áreas adyacentes continuamente durante el período de febrero a marzo de 1959, por varios testigos independientes (incluido el servicio de meteorología y los militares).
  • Algunos reportes sugieren que habían sido localizados restos de chatarra en la zona, dando lugar a especulaciones de que los militares habían utilizado la zona en secreto y podrían verse comprometidos en su encubrimiento

Consecuencias

En 1967, el escritor y periodista ruso perteneciente de la ciudad Sverdlovsk Yuri Yarovoi (Юрий Яровой) publicó la novela "Of the highest rank of complexity" ("Высшей категории трудности") que fue inspirada por este incidente. Yarovoi había participado en la búsqueda del grupo de Dyatlov y la investigación, incluyendo su actuación como fotógrafo oficial de la campaña de búsqueda en la etapa inicial de la investigación, por lo que tenía conocimiento de los hechos. El libro fue escrito en la época soviética cuando los detalles del accidente se mantuvieron en secreto, y Yarovoi tuvo evitar revelar nada más allá de la posición oficial y los hechos conocidos. El romántico libro del accidente narra un final mucho más optimista que los hechos reales -sólo el líder del grupo es encontrado muerto-. Los colegas de Yarovoi afirmaron que había versiones alternativas de la novela, pero tuvieron que rectificar debido a la censura. Desde la muerte de Yarovoi sus 1.980 archivos, incluyendo fotos, diarios y manuscritos, se han perdido.

Algunos detalles de la tragedia se hicieron públicos en su momento en publicaciones y debates de la prensa regional de Sverdlovsk en 1990. Uno de los primeros autores de Sverdlovsk fue el periodista Anatoly Guschin (Анатолий Гущин). Guschin informó que la policía le dio un permiso especial para estudiar los archivos originales de la indagatoria y el uso de estos materiales en sus publicaciones. Se dio cuenta de que un número de páginas fueron excluidos de los archivos, así como un misterioso "sobre" que se menciona en la lista de casos de materiales. Al mismo tiempo, las fotocopias de algunos de los expedientes comenzaron a circular entre otros investigadores no oficiales.
Guschin resumió sus estudios en el libro "The price of state secrets is nine lives" ("гостайны Цена - девять жизней".1Algunos investigadores han criticado que debido a su concentración en la teoría especulativa de un "arma secreta experimental soviética", pero la publicación despertó el debate público, estimulado el interés por los fenómenos paranormales. De hecho, muchos de los que permanecieron en silencio durante 30 años reportaron nuevos datos sobre el accidente. Uno de ellos fue el ex policía Lev Ivanov (Лев Иванов), quien dirigió la investigación oficial en 1959. En 1990 publicó un artículo7 junto con su admisión de que el equipo de investigación no tenía ninguna explicación racional del accidente. También informó de que recibió órdenes directas de los altos funcionarios regionales para cesar la investigación judicial y mantener sus materiales en secreto después de informar que el equipo había visto "esferas voladoras". Ivanov personalmente cree en una explicación paranormal, específicamente los ovnis.
En el año 2000, una compañía de televisión regional produjo el documental "Dyatlov Pass" ("Дятлова Перевал"). Con la ayuda del equipo de filmación, una escritora de Ekaterimburgo, Anna Matveyeva (Матвеева Анна), publicó el documental de ficción de la novela del mismo nombre. Una gran parte del libro incluye amplias citas de los archivos oficiales, los diarios de las víctimas, entrevistas con investigadores y otros documentales recogidos por los cineastas. La línea narrativa del libro detalla la vida cotidiana y los pensamientos de una mujer moderna (un alter ego de la propia autora) que intenta resolver el caso.
A pesar de la presencia de la parte narrativa de ficción, el libro de Matveyeva sigue siendo la mayor fuente de materiales documentales que jamás se ha hecho disponible al público. Además, las páginas de los expedientes y otros documentales (en fotocopias y transcripciones) poco a poco se han ido publicando en el foro de la web de científicos entusiastas.
La Fundación Dyatlov ha sido creada en Ekaterimburgo (Екатеринбург), con la ayuda de la Universidad Técnica Estatal de los Urales, dirigida por Yuri Kuntsevitch (Юрий Кунцевич). El objetivo de la fundación es convencer a los actuales funcionarios de Rusia para reabrir la investigación del caso, y para mantener el Museo Dyatlov "para perpetuar la memoria de los excursionistas muertos". En el museo se exponen varios documentos de los alpinistas, como fotos, diarios, ropas y demás objetos.
En 2011, la serie del canal History Channel Alienígenas ancestrales, hablando de los lugares malditos, habló del accidente del paso Diatlov, diciendo que los alienígenas pudieron haber causado estas muertes. El episodio fue emitido en Estados Unidos en 2010 y en España en 2011, siendo parte de la tercera temporada, y con el título de Zonas del Mal.
Yuri Yudin, el único sobreviviente de la expedición, ha declarado: "Si yo tuviera la oportunidad de hacerle a Dios una sola pregunta sería, ¿Qué pasó realmente con mis amigos esa noche?
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fuente/wikipedia