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viernes, 25 de diciembre de 2015

Civilizaciones intraterrestres




La creencia en civilizaciones intraterrestres muy evolucionadas espiritualmente forma parte de muchas tradiciones filosóficas-religiosas del mundo.
Tampoco es desdeñable el número de personas que dan testimonio de una "realidad fantástica" con zonas cálidas, llenas de vida vegetal y valles perdidos e en lugares inhóspitos de nuestro subsuelo.
Incluso autores de la talla de,
Julio Verne
James Hilton
C.W. Leadbeater
John G. Fuller
el polémico Raymond Barnard
aventureros como Ferdinand Ossendowski y Nicholas Roerich,
...han hablado de estos reinos subterráneos a través de sus novelas.

¿Podría estar albergando nuestro planeta culturas vivas en su interior?

Se han dicho muchas cosas sobre este gran reino subterráneo, pero, en realidad, todavía no se ha revelado verdaderamente nada al gran público, salvo a través de los mitos y de las alegorías divulgados por algunos iniciados intuitivos.

Como algunos autores afirman, es posible que la Tierra este, totalmente hueca y que el pueblo intraterrestre posea su propio sol central.

Es igualmente posible que el centro de la Tierra sea tan denso como su corteza y que la humanidad de la Agharta viva entre los dos polos. Por otro lado, no hay que excluir la teoría que afirma que la Tierra es como un buñuelo, totalmente repleto de inmensas cavernas tan vastas como nuestras regiones y países, en comunicación entre sí por medio de gigantescos túneles construidos.

Por excéntrico que pueda parecer el planteamiento anterior, no debemos despreciar un argumento bastante significativo:
en casi toda la Tierra se tienen noticias de cuevas subterráneas y sistemas de túneles - como el entramado que se extiende bajo la superficie del Yucatán, montañas de Paucartambo en Perú, sierra del Roncador en Brasil, cuevas de Afganistán, monte Kailós en el Tíbet... - que conectan no sólo áreas diferentes dentro del mismo continente, sino que, en opinión de algunos investigadores, bien pudieran "unir" diferentes partes del globo.
En realidad, todas las tradiciones antiguas se basan en ésta supuesta existencia de ciudades intraterrenas conectadas mediante una vasta red de pasadizos, más que en la - no menos fantástica - creencia de una "tierra hueca" que algunos autores como Raymond Bernard proponen.

Exploradores como Juan Moriaz, y sacerdotes como Carlos Crespi, habrían encontrado en estos túneles perdidos del Ecuador ("Cueva de Los Tayos"), láminas de piedra y oro con signos ideográficos grabados que describen los orígenes de la historia humana, según recoge fielmente Erik Von Däniken en El oro de los dioses.
A este enclave sudamericano, que aún hoy día constituye un misterio por descifrar, se vincula una interesante leyenda sobre la mítica Shambalah o Agharta, y las historias que de ella se desprenden.
Historias sobre una ciudad santa oculta en los Himalayas…
Incluso en Colombia se conoce de túneles extensos, en el municipio de Vélez, Santander, por ejemplo, existe una cueva de dimensiones desconocidas, llamada, “cueva de los indios”, los habitantes del pueblo relatan como allí niños traviesos han terminado desaparecidos y como algunos sobrevivientes a la aventura después de varias horas e incluso algunos días en el oscuro lugar afirman que mide kilómetros y que en un punto de dicha cueva, hay un abismo del que se desconoce su fondo…


Se ha dicho que el origen de las sociedades subterráneas podría estar en los continentes desaparecidos del Atlántico y del Pacífico:
Atlántida
Lemuria o Thule (esta última en la tradición helénica se corresponde con el reino de hiperbórea: una tierra paradisíaca, perdida más allá de la barrera de los hielos, donde existe una raza que irradia un poder espiritual capaz de influir en los sentimientos colectivos del planeta)
Tanto en oriente como en occidente se suceden las descripciones sobre los integrantes de estas enigmáticas sociedades, y no faltan los testigos que dan crédito a la existencia de seres dorados de los que emana una intensa luz blanquecina.


Huecos polares

La posibilidad de que la tierra sea hueca, y de que se pueda entrar en ella a través de los polos norte y sur, ha alimentado la imaginación de la humanidad desde hace mucho tiempo.
Por si fuera poco, unas supuestas fotografías de una abertura en el polo norte tomada por los satélites ESSA-3 el 6 de enero de 1967 y ESSA-7 el 23 de noviembre de 1968, parecen facilitar esta teoría.

La primera persona en escribir un trabajo entero sobre la tierra hueca era el famoso Astrónomo ingles y el Matemático Edmundo Halley (sí, el mismo del cometa).
En 1692 él publicó su teoría acerca de una tierra hueca. Su teoría se evolucionó a partir de trabajar con en fluctuaciones de magnetismo de tierra y las causas posibles. Su solución, la tierra era hueca.
El creyó había tres conos concéntricos con un centro fundido de la lava, que sirvió como un "sol interior".

Para los partidarios de la tierra hueca, sus hipótesis no únicamente estriban en estas controvertidas fotos (reproducidas en 1970 por la revista Flying Saucers del editor Ray Palmer) sino que al parecer diferentes exploradores dicen haber visto cenizas volcánicas donde no hay volcanes, calor inexplicable donde deberían reinar temperaturas bajo cero, huellas de animales en lugares nada accesibles, icebergs de agua dulce en el océano Ártico.
Leonard Euler, matemático del siglo XVIII, "dedujo" que la tierra era hueca y contenía un Sol central.

Claves Symnes (ex-capitán de infantería de Ohio) se mantenía convencido de que nuestro mundo consistía en realidad en un sistema de esferas huecas concéntricas.
El escritor Raymond Bernard (antes mencionado), en su libro La tierra hueca lanzó la complicada - y absurda para muchos - teoría de que el centro de gravedad del planeta no estaría en el núcleo sino en la corteza terrestre, y que las auroras polares estarían causadas por los rayos provenientes de un,
"Sol interior, apareciendo por esos enormes agujeros polares".
En 1926, Richard Evelyn Byrd, capitán de la marina americana, navegó en línea recta hacia el polo norte y continuó viajando unos 2.730 Km. en esa misma dirección sin alcanzarlo, arribando, por el contrario, a una costa de aguas templadas llenas de vegetación. ¿El Reino de Hiperbórea?
Entre 1946-47, Byrd revive una experiencia semejante, esta vez volando en dirección al polo sur, en una expedición denominada "High Jump", patrocinada por los EE.UU.
Se cree que las expediciones del capitán fueron objeto de desinformación, ya que existe gente que afirma haber visto imágenes en "noticieros" narrados por el propio Byrd en el que describía y mostraba imágenes "de esas tierras más allá del polo" con sus montañas, árboles, ríos y un gran animal identificado como un mamut.
Estos documentales, de existir, parece que se han evaporado. Para los defensores de la Tierra hueca, el capitán habría encontrado la apertura polar y se habría introducido en ella.
El que fuera operador de radio en las expediciones, Lloyd K. Grenlie, reafirmó la existencia de una cinta grabada con todo lo mencionado por Byrd.
Sus detractores insinúan que sus afirmaciones no son más que recuerdos falsos y sus comentarios como "una tierra más allá del polo" o "el gran enigma", eran formas de aludir a regiones aún inexploradas más que a continentes escondidos en su interior.
La ciencia tiene la palabra

Según estudios realizados por geofísicos del Instituto de Tecnología de California (USA) y través de mediciones indirectas en la frontera entre las zonas líquidas y sólidas, se estima la temperatura interior del planeta en 6.300° C y en principio, en el "centro", alcanzaría los 6.600° C., mayor que la reinante en la superficie del Sol.
Con estas cifras, admitir la idea sobre la oquedad de la tierra parece bastante disparatado.

De todas formas, debemos reconocer que a la ciencia le queda mucho aún por investigar sobre la estructura interna del planeta, porque a pesar de las prospecciones (apenas un 0.2/0.5% del radio terrestre) y sondeos que los geólogos han realizado, la composición de su núcleo no ha sido determinada con total seguridad.
Una hipótesis - aparecida en la revista Science - del doctor Ronald Cohen llevaría a examinar algunos planteamientos de ser cierta:
"el corazón terrestre es una inmensa bola de 2.400 Km. de diámetro, pero no de hierro sino de cristal, formada por átomos de hierro con su propio campo magnético".
Lo que parece fuera de toda duda par la comunidad científica es que de existir seres intraterrestres tendrían una estructura física y atómica diferente, y así podría estar "habitado" el interior del planeta por criaturas basadas en la química del silicio en lugar de la del carbono, tal y como propuso en su día el astrónomo norteamericano Thomas Gold (profesor emérito de Astronomía de la Universidad americana de Cornell).
Evidentemente se tratarían de organismos microscópicos capaces de desarrollarse a enormes presiones y temperaturas en el interior de la corteza terrestre, residiendo en los pequeños poros que se encuentran en las rocas y obteniendo la energía necesaria para vivir de diversos minerales y gases disueltos.

Esta posibilidad se ha considerado prácticamente inviable por la casi totalidad de los biólogos.
Pero según Thomas Gold, en el interior de algunos laboratorios geológicos se han conseguido muestras de gran profundidad y se han observado como diferentes rocas presentaban señales de la acción de estos organismos basados en el silicio que habrían pasado inadvertidos hasta ahora.

Lejos de la especulación, las únicas "criaturas" que desde hace 40 años se sabe llegan a tolerar condiciones y marcas de 3.500º C. son las llamados hipertermófilas. Viven alrededor de chimeneas volcánicas, de fondos oceánicos, o en el agua que fluye de los géiseres. La mayoría de estos organismos son bacterias unicelulares que obtienen la energía al combinar oxígeno con sulfuro de hidrógeno.
Constituyen auténticos fósiles vivientes, pues han permanecido casi sin cambios a lo largo de miles de millones de años.

Agartha y el mito del Rey del Mundo. ¿Realidad espiritual o material?

Antiguas tradiciones religiosas asiáticas (budistas tibetanas, enseñanzas hindúes, chamanes de Mongolia) desde tiempos remotos dan por cierta la existencia de un reino inmortal "invisible" donde se escondería un reducido colectivo de personas, excepcionalmente sabias y poderosas, procedentes de los continentes hundidos del Atlántico y del Pacífico.
En Oriente este mundo idílico oculto es conocido como Agartha o Sambalah y en América del Sur como la ciudad del Disco Solar. Muchos sitúan este reino en valles perdidos de las cordilleras al norte del Himalaya, y otros en cavernas inaccesibles de los desiertos próximos al Gobi. Este pueblo subterráneo estaría regido por los designios de un misterioso personaje: el Rey del Mundo.

Investigadores de culturas religiosas como Andrew Tomas han estudiado a fondo este mito universal aceptando como real su existencia. Otros estudiosos, como René Guénon, han visto en la figura del soberano de este mundo intraterrestre -a caballo entre lo divino y lo humano- un principio, una dignidad y un estado espiritual:
"Es la inteligencia cósmica que refleja la luz espiritual pura".
(R. Guénon, El rey del mundo)
Para otros, este tipo de mito entronca con todas las historias "fabulosas" que circulaban por occidente a propósito del reino del Preste Juan, misterioso soberano de quien según Marco Polo hablaban todos en el gran imperio y recibía tributos de la mayor parte de los gobernantes asiáticos.
Al parecer, en los archivos del Vaticano se encontraría parte de la correspondencia que mantuvo el mítico rey-sacerdote de Oriente con algunos monarcas y prelados de la Iglesia.

Es posible que todas estas narraciones que hemos rescatado del pasado funcionaran como un factor sugerente para sacar a las personas de Europa.
Las salidas del continente ya habían sido promovidas por el papado en las cruzadas, y el Preste Juan (o el Rey del Mundo) sería la "idea" que movilizaría a los hombres. Representaba la figura de un rey con un enorme imperio, situado tras las líneas musulmanas en el que abundarían enormes riquezas.

Para Helena Petrovna Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica, este reino no es ninguna utopía.
H. Blavatsky declararía en más de una ocasión estar en contacto con los Mahatmas (misteriosos personajes del Asia Central que detentaban poderes sobrenaturales) que le transmitían a menudo mensajes de fraternidad y misteriosas profecías destinadas a aviso y cuidado de un mundo en eminente peligro de autodestrucción. Según ella, Moisés, Platón, San Pablo... habrían sido teósofos iniciados por miembros de este Gobierno oculto.
No fue hasta 1933 cuando James Hilton popularizó en Occidente la leyenda de Sambalah en su novela Horizontes Perdidos, donde narra como una comunidad de grandes sabios, llamados Rishis o Mahatmas (grandes almas) viven en un paraíso de ciencia mística, oculto en algún lugar al norte del Tíbet, entre los macizos de Altin-Tag y Kum-Lum, Altai en Mongolia, Tsaidan y China.
Habitantes de estas regiones atestiguaron la presencia de seres luminosos vestidos con simples túnicas blancas en medio del duro invierno tibetano.

El marqués Alejandro Saint-Yves d´Alvèdre mantuvo haber sido visitado en 1885 por dos misteriosos personajes, enviados por el gobierno universal oculto de la presente humanidad, los cuales le revelaron la existencia de Agharta y su organización espiritual y política.
Con estas revelaciones, Saint-Yves escribió un libro de 200 páginas que mandó editar; pero apenas había salido la obra de la imprenta, el marqués ordenó su destrucción, ya que al parecer "contenía terribles secretos".
Un solo ejemplar se escapó a la destrucción del que se haría una reedición fotomecánica, y que según cuentan, los nazis, durante la ocupación alemana, acabarían por destruir.

Los aventureros Nicholas Roerich y Ferdinand Ossendowski

Viajeros occidentales como el científico polaco Ossendowski y el pintor ruso Roerich, escucharon contar a los lamas y nativos relatos sobre túneles que convergían a un fabuloso país subterráneo donde habitaba una poderosa raza de seres que se daría a conocer cuando la humanidad hubiera llegado a unas condiciones en que pudiera recibir los conocimientos necesarios, y saldrían a la superficie para crear una nueva civilización de paz (Nostradamus anunció en sus Centurias que habría de llegar algún día el Gran Rey) ¿Quién sabe?

Ossendowski fue el primero en recoger el testigo de Agartha.
Durante su huída por Siberia y Mongolia, perseguido por el ejército rojo, alcanzó tierras casi desconocidas en torno al desierto de Gobi, Manchuria y las inmediaciones del Tíbet - supuesto enclave del reino perdido.
Contactó en sus investigaciones con privilegiadas fuentes de información:
aristócratas y lamas mongoles y el bibliotecario del propio Buda viviente.
Dejó memoria de todo en el último capítulo del libro Bestias, hombres, Dioses.
El libro daría cierto cariz de credibilidad a la existencia de Agartha, aunque muchos lo tacharían de sensacionalista y muy poco o nada riguroso.

Roerich también sintió la llamada del Himalaya y abandonó la fama para dedicarse a luchar en pro de la paz, desde su refugio en el valle de Kulu, en las montañas de Cachemira (1917). Recién muerto Lenin, en 1924, Roerich llegaría a Rusia como portador de un mensaje que le había sido transmitido por los Mahatmas (nuevamente) que habitaban en algún lugar ignorado dentro del paralelo 42.
Juan Parellada de Cardellac cuenta en su libro Reinos perdidos y claves secretas que el explorador ruso habría dejado constancia en sus escritos del avistamiento de un OVNI - lo definiría como un ingenio metálico - que vio elevarse de un valle del Gobi en dirección al Tíbet.

El Dorado y el Coronel Fawcett



Por muchos definida como "la ciudad subterránea post-Amazónica, ubicada en la cordillera central y oriental del Perú que ha despertado innumerables sueños", el mito de El Dorado tomó el nombre de,


Paititi en Perú

Omagua en VenezuelaManoa en la Guayana
Shangri-la de los Andes
Ligado a la leyenda de El Dorado aflora la historia del coronel Fawcett, viajero inglés que descubrió en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro una carta (enviada por el bandeirante Francisco Raposo al vicerrey, 1754) en la que se describía el hallazgo un año antes de una extraña ciudad de piedra en el noroeste del estado de Bahía, mientras Raposo buscaba las minas de plata de Muribeca.
Extraviado en el Matto Grosso, el aventurero portugués y sus compañeros divisaron en la montaña una escalera monumental tallada en la roca que conducía a un impresionante pórtico que se abría a una fantástica ciudad. Al manuscrito (conocido como el nº 512), le acompañaba un mapa que situaba esta ciudad en los alrededores del río Xingu -afluente del amazonas.
Fawcett, acompañado de su hijo Jack, penetró en la selva amazónica en busca de la ciudad perdida. Nunca volvieron.
Se da la circunstancia de que tanto en la región sudamericana, como en las áreas que englobaría la leyenda de Agartha, han sido escenario de frecuentes apariciones OVNI. Esto ha llevado a algunos ufólogos a creer que los OVNIs podrían ser vehículos de una civilización pasada, altamente desarrollada, que permanece oculta, y sus contactos con el exterior se establecen a través del Triángulo de las Bermudas, las islas Canarias, los polos o el Tíbet.
Contados como Eugenio Siragusa afirman que hoy día, en el subsuelo, existen bases de "hermanos del cielo" construidas con inmensas placas de cristal, supuestamente guiadas por maestros interplanetarios de la 4ª y 5ª dimensión.
La aventura nazi también tuvo este mito en consideración, pues como se ha comentado ya hasta la saciedad, Hitler y su círculo íntimo llegaron a estar persuadidos de la realidad de este mundo oculto tras la lectura de The Coming Race (La Raza Que Vendrá) de Bulwer-Lytton.
¿Envió el führer expediciones especiales en busca de la entrada a... con la intención de aliarse con civilizaciones internas?
Rigurosamente hablando, por las investigaciones llegadas a cabo hasta el momento, podríamos concretar que si alguien o algo se moviera allí abajo, lo sabríamos. Puede que todos estos relatos - parafraseando a Serge Hutin - no sean más que símbolos de la perpetua nostalgia humana de un paraíso terrestre que sólo existe en el universo de la leyenda.
Sin embargo, debemos admitir un desconocimiento importante de los lugares donde se centran estas tradiciones, pues en territorios tan vastos e inhóspitos, TODO parece ser posible.
Hasta se dice que Hitler escapó por el Polo Sur
Muchos en el principio del siglo XIX habían popularizado una tierra hueca. Esta idea se tomó gravemente en historia de América.
John Simms un Capitán anterior y héroe decorado en los EE.UU. El ejército dedicó su vida a emprender la teoría de una tierra hueca. El creyó había una civilización que existió allí también, con aperturas en ambas astas. El murió en 1829 con su sueño no realizado pero sus ideas eran responsables del gobierno infortunado - la Expedición apoyada de 1838-1840 al Antártico dirigió por Charles Wilkes...Dicen algunos que Hitler y muchos de sus acólitos nazi escaparon Alemania en los días finales de la segunda Guerra mundial y huyeron a la Antártida donde en el Polo Sur ellos habían descubierto una entrada al interior de la Tierra.
Según la Sociedad de Investigación de la Tierra Hueca en Ontario, Canadá, ellos están todavía allí.
Después de la guerra y los reclamos de la organización, los Aliados descubrieran que más de 2.000 científicos de Alemania e Italia se habían desaparecido, junto con casi un millón de personas, a la tierra más allá del Polo Sur por medio de naves súper desarrolladas.
La leyenda en el Oriente
En India hay una creencia antigua, todavía tenido por algunos, en una carrera subterránea de personas de serpiente que moran en las ciudades Patala y Bhogavati.



Según la leyenda, ellos luchan contra el reino de Agharta.
"Los Nagas," según "Los Habitantes Profundos," "son descritos como una especie muy avanzada, con una tecnología sumamente desarrollada. Ellos abrigan también un desdén para seres humanos, quien ellos son dichos secuestrar, atormentar, cruzar con e incluso comer".

En Tibet, hay un relicario místico mayor llamado también 'Patala,' que es dicho por las personas para allí sentarse encima de un sistema antiguo de caverna y túnel, que alcanza a través del continente asiático y posiblemente más allá.
Los Nagas tiene también una afinidad con el agua, y las entradas a sus palacios subterráneos a menudo son dichas estar escondidas en el fondo de lagos y ríos profundos".
Y Para Terminar
La teoría facilitaría de la explicación de otros enigmas como el famoso Triangulo de las Bermudas... y que también estaría mas acorde a las leyes físicas que indican que a 'fuerza = masa x aceleración', siendo la gravedad una fuerza, obviamente, y también conociendo el peso que afirman los libros de nuestro planeta, no deberíamos estar pegados al suelo?

Mucho se habla, poco se publica, estamos de nuevo en medio de otra de esas verdades totalitarias?


“La autoridad no es la verdad, la verdad es la autoridad.”

fuente

BIBLIOTECA DE LAS PLEYADES


miércoles, 10 de septiembre de 2014

El caso de “Los Niños Verdes”

Existen historias que son increíbles y estremecedoras, con extraños acontecimientos que con el paso del tiempo no se sabe si son reales o sólo se trata de una historia ficticia. Los niños verdes es una de esas historias que tiene todos los ingredientes anteriormente citados y con muchas variantes. Dos culturas distintas cuentan la misma historia, la de dos jóvenes extraños que aparecen de la nada llegados de otra dimensión. En España se les conoce como los niños verdes de Banjos, pero en Inglaterra son conocidos como “los niños verdes de Woolpit”. Muchas personas afirman que la leyenda se basa en los niños verdes de la pequeña aldea de Woolpit, pero la realidad es que estas dos leyendas están separadas por cientos de kilómetros y con más de siete siglos siendo uno de los grandes misterios.

Los Niños Verdes de Banjos
En agosto de 1887, dos niños desconocidos fueron encontrados cerca de Banjos, una supuesta localidad de Barcelona en España. Unos campesinos que estaban recogiendo sus cultivos oyeron unos gritos procedentes de una montaña cercana. Los campesinos fueron a investigar y descubrieron dos niños, un niño y una niña que estaban aterrorizados y acurrucados cerca de una cueva. Ellos estaban gritando en un idioma que no era español, sus ropas estaban hechas de una misteriosa tela metálica, pero lo más extraño fue que la piel de los niños era de color verde. Los dos niños fueron llevados a la casa de un hombre importante y respetado en el pueblo para que se hiciera cargo de ellos, pero los niños se negaban a comer y a beber cualquier cosa que se le ofrecía. El niño pronto enfermó y murió, pero la niña finalmente se puso a comer una dieta de verduras crudas, frijoles crudos en su mayoría, que hizo que al poco tiempo se curara y salvara. La extraña niña vivió en el pueblo durante cinco años después de su misteriosa aparición, durante los cuales su piel cogió un tono caucásico normal además de aprender español, pero lo que ella explicó de sus orígenes sólo aumentó el misterio.

Ella dijo que junto con su hermano habían venido de una tierra sin sol, donde la gente de allí era de color verde, viviendo en un perpetuo crepúsculo. Hubo una tierra de luz, pero era más allá de una gran corriente. Cuando se le preguntó cómo llegó al exterior de la cueva, sólo podía decir que oyó un ruido muy fuerte y luego fueron empujados a través de algo… entonces ella y su hermano estaban en la cueva y podían ver una la luz al final de la oscuridad. Con la muerte de la muchacha, se desvaneció toda esperanza de resolver el misterio.

Variaciones
La primera versión de esta historia se encuentra en “Destinos Extraños” de John Macklin y publicado en 1965, siendo considerado por algunos la fuente inicial de esta historia. En otras publicaciones posteriores se afirma que todo ocurrió en el otoño de 1887 y que existen historias similares en Francia o incluso Alemania. En el libro de Charles Berlitz titulado “Un mundo de fenómenos extraños” se describe los ojos de los niños en forma Asiática, mientras que Macklin describe los ojos de los niños con un poco de apariencia negroide, hundidos y almendrados.
Teorías
Las teorías son varias, desde que los niños vivían en una “cuarta dimensión”, experimentos científicos realizados bajo tierra o incluso que venían de una alternativa “anti” dimensión relacionada con la la teoría de la tierra hueca y de sus habitantes.
Los Niños Verdes de Woolpit
Los Ninos Verdes de Woolpit El caso de Los Niños Verdes, uno de los grandes misterios de EuropaEn algún momento durante el siglo XIII, un cronista monástico de Inglaterra conocido como “Gervasio de Tilbury” escribió un extraño relato sobre dos niños que aparecieron de la nada cerca de una pequeña ciudad llamada Bury St. Edmunds en Inglaterra. Un día cálido y soleado del siglo XII, algunos agricultores y otros habitantes de la pequeña ciudad de Woolpit, Inglaterra, se sorprendieron al ver a dos niños pequeños desorientados. Lo más sorprendente sobre los niños fue que su piel que era de color verde oliva, sin embargo, el resto de sus rasgos eran muy humanos. Los aldeanos trataron de comunicarse con los niños sin éxito debido a que los pequeños hablaban una lengua que era completamente desconocida. Los aldeanos llevaron a los niños al poblado y se les ofreció una gran variedad de alimentos, pero se negaron a comer. Sin embargo, cuando se les ofreció frijoles rápidamente los comieron. Por desgracia, el niño se fue debilitando y finalmente murió a los pocos años después. Pero la joven se adaptó bien a su nuevo entorno. De hecho, ella se convirtió en una mujer adulta y más tarde se casó con un caballero de la cercana localidad de King’s Lynn. A medida que pasaba el tiempo, su marido le enseñó el idioma Inglés, y pronto fue capaz de comunicarse bastante bien. Entonces explicó la historia de dónde venía y cómo llegó a nuestro “mundo”con su hermano. Ella le dijo a su marido que en su pueblo todos tenían la piel similar a la de ella, o más bien similar al color de piel que tenía antes. Ella describió su mundo como un país cavernoso y subterráneo de enormes dimensiones. La tierra en que vivía fue descrita como un “Crepúsculo”, sin embargo, había un gran río subterráneo que separaba otra tierra más iluminada. Un día, ella y su hermano mientras paseaban, escucharon un sonido como de “campanas” que salía de uno de los túneles de la cueva. Por curiosidad, entraron en el túnel y siguieron hacia arriba durante un par de días, aunque en su tierra subterránea es probable que no tuvieran el concepto del “día” o la “noche”. Después de su largo viaje, salieron a la brillante luz del sol de la aldea británica. Después de investigar la zona, intentaron volver a la pequeña abertura por donde habían salido, pero no pudieron hacerlo debido a la luz cegadora. Fue en ese momento cuando los agricultores encontraron a los niños y se los llevaron a la aldea
Hipótesis
Algunos historiadores creen que la historia se originó a partir de una leyenda medieval sobre un conde de Norfolk, que era el responsable de dos niños pequeños. El conde intentó sin éxito envenenar a los niños con arsénico y luego los abandonó en el bosque. Con la supuesta muerte de los niños, heredó los bienes de los pequeños. Según algunos habitantes de Woolpit, éstos probablemente se convirtieron en los niños verdes que fueron encontrados desorientados y enfermos. Algunos expertos mantienen que el envenenamiento por arsénico puede causar que la piel se ponga de color verde, al igual que la anemia como resultado de la desnutrición. Aunque esta teoría no puede explicar ni el extraño idioma de los pequeños ni la increíble historia de donde vivían, una historia avanzada para su tiempo
fuente: http://www.mundoesotericoparanormal.com/

martes, 26 de noviembre de 2013

LA VERDAD SOBRE LA TIERRA HUECA


A principios de 1970, la Administración del Servicio de Ciencia del Medio Ambiente (ESSA), perteneciente al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, proporcionó a la prensa unas fotografías del Polo Norte tomadas por el satélite ESSA-7 el 23 de noviembre de 1968. Una de las fotografías mostraba el Polo Norte cubierto por la acostumbrada capa de nubes; la otra, que mostraba la misma zona sin nubes, revelaba un inmenso agujero donde hubiera debido estar el Polo. El ESSA estaba lejos de sospechar que sus fotos rutinarias de reconocimiento atmosférico iban a contribuir a despertar una de las controversias más sensacionales y célebres de la historia de los OVNIS. En el número de junio de 1970 de la revista Flying Saucers, el editor y ufólogo Ray Palmer reprodujo las fotos del satélite ESSA-7 junto con un artículo en el que manifestaba que el agujero de la foto era real. Durante mucho tiempo, Ray Palmer y otros ufólogos habían creído que la Tierra es hueca, y que los OVNIS provienen y retornan a una civilización de seres superiores que está oculta en su interior inexplorado. En 1970, gracias al apoyo de una fotografía en que aparecía el enorme agujero del Polo Norte, Palmer pudo por fin asegurar que la super-raza subterránea existía y probablemente se podía llegar hasta ella a través de los agujeros de los polos Norte y Sur. En los números siguientes de Flying Saucers apoyó su teoría resucitando otra antigua controversia sobre la "Tierra hueca": la de las famosas expediciones del vicealmirante Richard E. Byrd a los polos Norte y Sur. El vicealmirante Richard E. Byrd, cuyas expediciones polares desataron la polémica sobre la teoría de la tierra hueca.

El primer testigo El vicealmirante Richard E. Byrd de la US Navy fue un distinguido aviador pionero y explorador polar que sobrevoló el Polo Norte el 9 de mayo de 1926 y dirigió numerosas expediciones a la Antártida, incluyendo un vuelo sobre el Polo Sur el 29 de noviembre de 1929. Entre 1946 y 1947, llevó a cabo la operación a gran escala llamada "High Jump" (Salto Alto), durante la cual descubrió y cartografió 1.390.000 km2 de territorio antártico. Las famosas expediciones de Byrd entraron por vez primera en la controversia de la Tierra hueca cuando varios artículos y libros -especialmente Worlds beyond the Poles (Mundos más allá de los Polos), de Amadeo Giannini- pretendieron que Byrd había en realidad volado no por encima del Polo, sino hacia dentro de los grandes agujeros que llevan al interior de la Tierra. Ray Palmer, basándose principalmente en el libro de Giannini, introdujo esta teoría en el número de diciembre de 1959 de su revista y, a raíz de ello, mantuvo una voluminosa correspondencia al respecto.
El mundo científico no fue inmune a esta teoría Leonard Euler, un genio matemático del siglo XVIII dedujo que la Tierra era hueca, que contenía un sol central y que estaba habitada; y el doctor Edmund Halley, descubridor del cometa Halley y astrónomo real de Inglaterra en el siglo XVIII también creía que la Tierra era hueca y albergaba en su interior tres plantas. Ninguna de estas teorías estaba sustentada científicamente, pero alternaban con varias obras de ficción sobre el mismo tema, las más importantes de las cuales eran Las Aventuras de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe (1833), en la cual el héroe y su compañero tienen un terrorífico encuentro con seres del interior de la Tierra; y el Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne (1864), en la cual un profesor aventurero, su sobrino y un guía penetran en el interior de la Tierra a través de un volcán extinguido en Islandia, y encuentran nuevos cielos, mares y reptiles gigantescos y prehistóricos que pululan en los bosque La creencia en una Tierra hueca estaba tan extendida que incluso Edgar Rice Burroughs, el célebre autor de Tarzán, se sintió obligado a escribir Tarzán en las entrañas de la Tierra (1929), en el que el famoso hijo de la selva va a Pellucidar, un mundo que se encuentra en la superficie interior de la Tierra y que está alumbrado por un sol central. La sombra más allá del tiempo (1936) de H.P. Lovecraft transportó el tema a la época actual describiendo una raza antigua y subterránea que dominó la Tierra hace 150 millones de años y que, desde entonces, en el refugio de la Tierra interior, ha inventado aviones y vehículos atómicos, y domina el viaje en el tiempo y la percepción extrasensorial. El enigma de la foto satelital resuelto ¿Y qué hay del enorme agujero que se podía observar en la fotografía de las regiones árticas? La explicación es ridículamente simple y se le podría haber ocurrido a cualquier niño inteligente que supiera algo sobre la rotación diaria de la Tierra. Por desgracia, los entusiastas de la teoría de la Tierra hueca tomaron dicha fotografía como "prueba" sin antes consultar con nadie mínimamente experto en el asunto. La fotografía es un mosaico de imágenes de televisión tomadas por el satélite durante 24 horas, que muestran la Tierra desde diversos ángulos. Las imágenes fueron procesadas por una computadora y unidas de modo que formasen una vista total de la Tierra como si el observador se hallase en un punto directamente encima del Polo. Durante esas 24 horas, todos los puntos en las latitudes ecuatoriales y medias recibieron luz solar durante algún periodo de tiempo, y aparecen iluminados en la fotografía compuesta. Pero las regiones cercanas al Polo estaban en ese momento sumidas en la oscuridad permanente del invierno ártico. Por ello hay una área no iluminada en el centro de la foto.