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martes, 8 de diciembre de 2020

El hermano-historia real de Reddit

Hace un año y medio estábamos en la casa de un amigo tomando cervezas y escuchando música. Eramos varios amigos (4 para ser exactos) eramos los únicos que estamos en la casa. Estábamos esperando a un hermano de uno de nuestro amigo seríamos 5 personas si el hermano hubiese ya llegado.

Estábamos en la el patio trasero tomando platicando y escuchando música. Por ahí de las 3 de la mañana vimos que se prendió la luz del cuarto del hermano de uno de nuestros amigos, nosotros asumimos que ya había llegado y pasó a su cuarto a cambiarse o dejar sus cosas al baño etc, y que posteriormente bajaría para unirse a nosotros.

(Los cuartos y sus ventanas dan al patio donde nos encontrabamos) entonces vimos la luz  que se prendió y la silueta  todos pensando que era él. Pero nunca bajo, entonces después de un rato como a las 5 de la mañana nos fuimos a dormir, pensamos que su hermano se había quedado dormido.

Al despertar por ahí del medio día o la 1 de la tarde, teníamos la idea de ir al mercado a comer algo. Entonces nos quedamos con la idea de que su hermano aún seguía durmiendo y asumiendo que ya había llegado.

Pero al tocarle y al abrir su cuarto nos llegó un olor como a basura descompuesta, muy fétido algo raro.

Entonces nos sorprendió que no había nadie, entonces le mandamos WhatsApp y no respondía, entonces le marcamos y entro la llamada  y escuchamos que sonaba el teléfono  y cuando fuimos a buscarlo lo encontramos abajo  de su cama en una caja de negra con muchas plumas, de alguna ave, gallo  o gallina.

Y al ver su teléfono vinos fotos que alguien tomo desde la ventana a nosotros cuando estábamos tomando en la madrugada.

Después recibimos una llamada que su hermano estaba en el hospital desde el día anterior por un accidente que tuvo, nada grave pero el nunca tuvo consigo el celular.

Fuente:

srdub00 (usuario de Reddit)

domingo, 5 de abril de 2020

El ser oscuro-historia real

Eran las 10:37 de la mañana estaba en la galería con mi abuela y ella me manda por una camisa a mi cuarto entro y cuando agarro la camisa algo me hace mirar encima de una de las camas y ahí vi un ser total mente negro que brillaba de oscuridad, estaba arriba de la cama sobre sus piernas agachado duramos como 5 minutos mirándonos por eso pude verlo bien.Tenía alas negras y recogidas en su espalda la facción de la cara era normal,ojos,dientes,lengua,nariz, la boca media como 1 metro 50 y de pronto esa cosa me sacó la lengua,la sacudió burlándose de mí y desapareció mientras la veía yo tenía miedo,pero me espanté cuando desapareció de un brinco llegue a la sala y cuando mi abuela me pregunto por verme pálido le dije que no había pasado nada.
Fuente:
publicado en facebook por
Alnol Almonte

miércoles, 3 de julio de 2019

"Toma la caja negra"(historia real de Reddit)


El usuario de Reddit kmendo4 cuenta cómo cuando tenía 10 años, se encontrara una noche durmiendo, cuando le despertó el sonido de la puerta de su habitación abriéndose. Pensando que era su madre, ni siquiera se inquietó. Notó como se sentaban en la cama y, cuando abrió los ojos se sorprendió al no ver a su madre. A los pies de la cama había un chico, sentado con las piernas cruzadas dirigiendo su mirada hacia él, “aunque en realidad tenía las cuencas de los ojos negras, como vacías, como si no tuviera ojos”.

“Extendió su mano hacia mí y me asusté, pero reparé en que me mostraba una caja negra. Me acerqué para cogerla y, en ese instante retrocedió. Me incorporé en la cama, extendí mi mando y le dije ‘dámela’. Justo en ese momento parpadeé y el chico ya no estaba. Solo estaba la huella en las sábanas de que alguien había estado sentado ahí”, relata. A la mañana siguiente se lo explicó a su madre, pero ella le dijo que todo había sido un sueño y no le dio más vueltas.

Pasaron cinco años, y él estaba con su novia del instituto en casa. “Esperando a que vinieran a recogerla se quedó dormida. Cuando llegaron sus padres la desperté. Ella dió un respingo y se quedó mirando a una esquina, donde la pared se une con el techo”. Cuando le preguntó qué le había pasado ella dijo: “Creo que estaba soñando con esta habitación; había en la pared un niño sin ojos mirándome”
Él le contó lo que le había pasado hace cinco años, pero finalmente quedó como un hecho aislado. Sin embargo no acabó aquí. Cinco años más tarde, nuestro protagonista seguía con la misma chica y en la misma casa, pero ahora con una niña de dos años. “Mi hija se despertaba todas las noches y hablaba. Durante un tiempo pensamos que era algo normal, cosas de niños, hasta que comencé a reparar en que era la misma conversación cada noche. Un día le pregunté con quien hablaba, y me dijo que era un niño pequeño, que era simpático”. “Se ha perdido y busca a su mamá”, le dijo su hija. Ella siguió manteniendo conversaciones con el niño hasta que ese mismo año decidieron mudarse, y la niña no volvió a hablar con nadie por las noches.

miércoles, 26 de junio de 2019

La malora




Cuenta la leyenda que La Malora era representada por una mujer bella que aparecía únicamente a determinadas horas del día, anochecer, media noche o mediodía. Su belleza y encanto atraía a su víctima, principalmente hombres, a quienes hacía seguirle en son de burla; si éste se resistía se transformaba en un ser querido de la víctima como la madre, hermana, novia o esposa hasta conseguir su objetivo.

La malora solía aparecer en lugares apartados o por los caminos y sobre todo a persona en estado de ebriedad para hacerse seguir. Si una persona queire asirla, se escabulle y reparece más adelante, llevando así a su víctima por lugares intrincados, llenos de zarza y maleza.

Para deshacerse de este ser se utiliza un cinto o faja preparada o curada con un rito que muy pocas personas conocen y la próxima vez que aparezca se debe atrapar con el cinto y al instante se convierte en un manojo de hojas secas.


Leyenda de la costa Chiapaneca

domingo, 17 de abril de 2016

LA PULSERA NEGRA

Según cuenta la leyenda en algunos hospitales de Estados Unidos utilizan unas pulseras de color negro para marcar la hora a la que falleció una persona y cual fue el motivo de su muerte. Si ves a alguien con una de estas pulseras podrías estar junto a un fantasma…

Thomas era un joven médico que trabajaba de interno en un frío hospital de Dakota del Norte. Su vocación y sus ganas de salvar vidas eran el único motivo por el que no caía rendido de cansancio en unas interminables guardias que podían prolongarse hasta 36 horas y que le dejaban exhausto.

Aquella noche había sido especialmente dura, el servicio de urgencias no tuvo ni un respiro y Thomas había tenido que encargarse por primera vez de una paciente sin el respaldo de otro doctor. Luchó por la vida de la chica, que no debía tener más de 22 años, durante más de dos horas, pero desde que llegó se había considerado un caso perdido y en el hospital decidieron priorizar a otros pacientes que tenían más posibilidades de sobrevivir. Los daños que había sufrido la joven en ese accidente de tráfico múltiple eran tan graves, que incluso si Thomas hubiese conseguido obrar un milagro y la chica hubiese sobrevivido, las secuelas hubiesen sido tan graves que probablemente habría quedado en estado vegetativo.

Los médicos más experimentados del hospital habían acudido en la ayuda de los otros accidentados y decidieron “bautizar” a Thomas con un caso imposible para que un primer “fracaso” le hiciera comprender lo dura que es su profesión y no empezara a creérselo demasiado. Además priorizando a otros de los heridos habían conseguido salvar la vida de tres personas, en lo que había sido el peor accidente de tráfico que habían registrado las carreteras de la región en meses.


Thomas era consciente de que la chica probablemente nunca tuvo posibilidades de sobrevivir, pero aún así se sentía destrozado por dentro y tuvo que tragar saliva para contenerse las ganas de llorar cuando le puso una pulsera negra a la fallecida. La pulsera negra era un protocolo de su hospital que servía para marcar a un difunto y señalar la hora y causas de su muerte. Normalmente eran las enfermeras quienes se encargaban de rellenar los datos y ponerle la pulsera antes de mandar a un cadáver a la morgue. Pero Thomas pensó que haciéndolo él, el recuerdo de su primer “fracaso” le serviría para aprender y avanzar en la que puede llegar a ser una de las profesiones más duras. Memorizó cada una de las facciones de la chica y la cubrió con una sábana para que uno de los celadores se la llevara en una camilla por un interminable pasillo que conducía al depósito de cadáveres.

Al finalizar su turno, Thomas parecía un zombi, su cara demacrada por el cansancio y el fuerte impacto emocional de perder a su primer paciente le habían dejado destrozado. No era la primera vez que alguien se moría en una mesa de operaciones frente a él, pero esta era la primera vez que él era el doctor al mando y el “único responsable”. En su mente repasaba todos y cada uno de sus movimientos y trataba de buscar cual fue su error o si había algo más que pudiera haber hecho. Pero incluso él mismo, sabía que su proceder había sido impecable y que cuando a alguien le llega la hora es imposible luchar contra el destino.

Cabizbajo y caminando casi dormido entró en el ascensor. Se dirigía a la séptima planta donde tenía su ropa, lo único que quería era cambiarse e irse a dormir a la residencia que estaba a pocas calles del edificio del hospital. Eran las cuatro de la mañana y el hospital parecía vacío, tan absorto estaba en sus pensamientos que casi ni se dio cuenta de que había alguien dentro del ascensor cuando entró. Una mujer le saludó:

-Uff y yo que creía que tenía mala cara, ¿chico pero que te ha pasado?

Thomas se giró y vio a una mujer de unos cuarenta años que le sonreía, estaba casi tan pálida como él y aunque no tenía muchas ganas de conversar la contestó.

-Hoy ha sido un día muy duro, no se ni como estoy todavía de pie. Además he perdido a mi primer paciente – le dijo mientras ponía un gesto que denotaba que estaba a punto de echarse a llorar.

-Pues por la cara que pones estoy seguro que has hecho todo lo que podías, no seas tan duro contigo mismo.

-Muchas gracias, probablemente mañana pueda verlo de otra forma – dijo Thomas mientras se giraba a ver porque se había abierto la puerta del ascensor en una planta que ninguno de los dos había marcado.

Al mirar fuera vio la silueta de una joven en mitad del pasillo, al terminar de abrirse la puerta del ascensor comenzó a girarse lentamente hacia ellos. Thomas al ver la cara de la chica dio un salto hacia atrás y pegó la espalda a la pared del ascensor mientras señalaba a la chica que había fuera y trataba de decir algo sin conseguir articular palabra. De repente pareció recuperar el control de su cuerpo y se abalanzó hacia el panel del ascensor presionando repetidamente el botón que cerraba las puertas. La mujer que había en el interior del ascensor se quedó mirándole perpleja cuando la puerta se cerró cuando faltaba menos de un metro para que la joven que había fuera entrara en el ascensor.

-E… e… esa chica – dijo tartamudeando del susto – yo mismo la vi morir, no pude hacer nada para salvarla y le puse esa pulsera negra.

La mujer que se había mantenido pegada a la pared sonrió y mientras levantaba el brazo le preguntó:

– ¿Una pulsera cómo esta?

Thomas se giró a mirarla y vió como en su muñeca había una pulsera de color negro, idéntica a las que usan en el hospital. El joven médico se desmayó del susto y en su caída agarró fugazmente el brazo que le mostraba la mujer con la que había compartido la charla en el ascensor.

Minutos después encontraron a Thomas aún desfallecido en el suelo del ascensor. Todos atribuyeron su desmayo al cansancio. Pero él sabía que lo que había pasado era real, en su mano tenía una pulsera negra que había arrancado sin querer del brazo de la mujer que había en el ascensor mientras caía desmayado. Al revisar la pulsera pudo comprobar que la mujer había fallecido dos años antes en un accidente de tráfico muy similar al de la chica que quiso salvar.


fuente:
http://www.leyendas-urbanas.com/