miércoles, 9 de diciembre de 2015

El catrín

Lo único que tenemos seguro en esta vida es la muerte, eso es lo que le pasó a un joven enamorado y a una hermosa dama, cuya historia de amor terminó en tragedia.

La historia se desarrolla en uno de los barrios más antiguos de la ciudad de León, el barrio de San Juan de Dios, el cual comenzó  a poblarse en 1620, cuando los padres Juaninos edificaron el templo, convento y hospital.

Un día, ya en la década de los 40´s, un elegante joven que viajaba frecuentemente a la León para hacer negocios,  paseando por el jardín de San Juan de Dios, de repente vio una muchacha muy guapa; al instante él quedó asombrado por la belleza de aquella mujer y ella de igual manera, ya que era poco común en la ciudad ver a un hombre tan bien vestido

Los jóvenes se hicieron amigos y al poco tiempo  se volvieron novios, nadie se opuso a la relación, pues a  los padres de ella les pareció un muchacho de buenos sentimientos; por su vestimenta se le apodó como “El Catrín”.

Siempre se les veía paseando tomados de la mano, por los alrededores del barrio y en ocasiones sentados bajo la sombra de los árboles del Jardín, es probable que hasta hayan disfrutado de una rica nieve de las neverías que están en frente a la iglesia.

Así pasaron los días aquellos tórtolos enamorados, hasta que el joven tuvo que seguir con sus ocupaciones para no perder su negocio, por lo cual se dedicó a viajar constantemente, lo que ocasionó que comenzará a sentir desconfianza de lo que hacía su novia mientras estaba de viaje, los celos provocaron que la pareja  comenzará a vivir momentos violentos.

La muchacha no aceptó el comportamiento que había adquirido su novio, advirtiéndole que si no cambiaba de actitud, daría por terminada la relación; el joven no tomo del todo bien el aviso, por lo que la comenzó a amenazar con tomar represalias contra su familia y diciéndole que ni la muerte sería capaz de alejarlo de ella, pues aun muerto volvería, para atormentarla por siempre.

Con el paso del tiempo, la relación pareció mejorar, no volvieron a pelear, pero no era por el amor que se tenían, si no por las amenazas que él le había hecho a la joven, quien no podía ver a ningún otro muchacho, sin que se desatara la violencia del Catrín.

Un día el joven si consultar a su novia, visitó a su padre para pedir su mano, pero el señor no contestó hasta que su hija llegó, quería conocer la decisión de su hija y la apoyaría sin importar cual fuera.

La respuesta de la muchacha fue negativa, por lo que el padre de la joven pidió al elegante caballero que se retirará de su casa.

El joven no era capaz de entender la razón por la que su amada lo había rechazado, con lágrimas en los ojos pidió una explicación, con la promesa de retirarse para siempre de su vida después de escucharla.

Se alejaron de la familia, quien estaba reunida en la sala, platicaron un momento, hasta que los ánimos se elevaron. Los padres comenzaron a escuchar gritos de desesperación, cuando de pronto todo quedo en silencio, la madre de la joven salió al lugar donde estaban los novios, pero sólo vio a su hija recostada en una banca en un charco de sangre y con una herida en el cuello, la muchacha había muerto en manos de aquel joven que decía amarla.

La familia de inmediato pidió ayuda a los vecinos para encontrar al asesino, buscaron durante horas sin lograr nada, al día siguiente, mientras llamaban a misa, se encontraron a una multitud de personas rodeando uno de los árboles del jardín de San Juan de Dios; colgado de una de sus ramas yacía el cuerpo de un joven enamorado, enloquecido por los celos.

Hasta hoy, no se sabe con exactitud si el Catrín se quitó la vida o alguien lo encontró y cobró venganza, ya que las dos versiones son contadas.

Se dice que por las noches, se puede ver a un joven rondando la fuente del jardín y la entrada del templo, razón por la que hay quienes prefieren dar la vuelta, antes que cruzar por ahí.

Fuente:

  • http://livingandtravel.com.mx/

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